La muy esperada unión entre Kylian Mbappe y el Positivo Madrid siempre estaba destinado a suceder. El club había pasado abriles mirándolo, esperando el momento adecuado para sufrir a la superestrella francesa a su redil.
Pero cuando ese momento finalmente llegó, no fue sin complicaciones. Inicialmente, su aparición fue aspecto como un gran asalto para el club.
Fortaleciendo un ataque ya formidable, Madrid ahora se jactó de uno de los mejores jugadores del mundo. Fue un movimiento que parecía casi demasiado bueno para ser verdad.
No simpatizante con Vinicius
Curiosamente, lo que se suponía que era un ajuste consumado ya ha mostrado signos de no ser tan fluidos.
La anciano preocupación? El choque entre Mbappe y Vinicius Jr., quien había asumido el mantón de liderar el cargo ofensivo de Madrid.

Tanto Mbappe como Vinicius juegan en roles de ataque similares, y las primeras predicciones de los enfrentamientos del ego parecían hacerse ingenuidad.
Aunque Mbappe es conocido por su desinterés y aire positiva internamente del equipo, su individualismo a menudo compite con el estilo de Vinicius.
Es un tira y afloja para la supremacía en el ataque de Madrid, y desafortunadamente, no beneficia el engranaje genérico del equipo.
Uno y otro jugadores poseen el tipo de talento individual que puede triunfar partidos, pero sus estilos a veces pueden superponerse de guisa que dañe el flujo colectivo.
La diplomacia de Mbappe es innegable. Su final lo ha manido anotar 33 goles, pero su forma a veces errática significa que no siempre alcanza esos niveles de guisa consistente y los analistas lo han llamado numerosamente.
No es que no lo intente: trabaja duro fuera de la pelota, contribuye a la defensiva y sondeo tener un impacto. Sin secuestro, su deseo de dominar el engranaje a veces puede obstaculizar la organización ataque genérico del equipo.
Forjar una sino no es suficiente

Para poner las cosas en orden, debe entenderse que la errata de fluidez es evidente en las luchas del Positivo Madrid esta temporada. A pesar de tener una columna llena de estrellas, se han enfrentado vacilantes en momentos cruciales.
La derrota por 3-0 contra el Astillero sirvió como un afectado recordatorio de los problemas que Madrid ha tenido en los últimos meses.
Esta derrota se hizo eco de los fracasos que el PSG de Mbappe sufrió en la Muérdago de Campeones: un equipo construyó rodeando de un tahúr sino, que depende de que ese individuo tenga un rendimiento consumado, poco que no es una opción confiable.
El problema se ve agravado por el hecho de que Vinicius, Bellingham y Rodrygo, que fueron jugadores esencia en los éxitos del Positivo Madrid la temporada pasada, no han estado en el mismo nivel.
Madrid está comenzando a parecerse al PSG en un aspecto crucial: una organización ataque que no hace clic en colectivamente.
Cuando un tahúr, incluso tan dotado como Mbappe, negociación de sufrir al equipo por su cuenta, a menudo conduce a un engranaje desarticulado en circunstancia de un fútbol de ataque fluido.
Se necesita una alternativa … ¡y pronto!

Está claro que para que el Positivo Madrid tenga éxito, necesitan resolver este enigma ofensivo.
Mbappe, a pesar de su apoteosis, debe educarse a encajar en un sistema que ya se ha establecido, uno donde el engranaje colectivo, no el individualismo, es la esencia del éxito.
Hasta que eso suceda, el potencial ofensivo de Madrid permanecerá sin explotar, y pueden encontrarse repitiendo los mismos viejos errores que afectaban al PSG.
El sueño de Mbappe y el Positivo Madrid todavía está vivo, pero es uno que requiere ajuste y compromiso de los dos lados.
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