Francisco Lindor y su esposa Katia estaban durante el manifestación del movilidad de los Mets de Nueva York del martes.
Como parte de la indeterminación del patrimonio hispano de los Mets, el club tuvo a Katia, un violinista clásico entrenado, realizó el himno doméstico en su violín. Sosteniendo a su hijo Koa y de pie con las hijas Kalina y Amapola, Francisco no podría poseer parecido más orgulloso.
Francisco tuvo su propio momento previo al movilidad cuando fue obligado como el nominado de 2025 de los Mets para el Premio Roberto Clemente, que reconoce al deportista que “mejor representa el movilidad de béisbol a través de un carácter extraordinario, billete de la comunidad, filantropía y contribuciones positivas, tanto en el interior como fuera del campo”.
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Como parte de las festividades, Lindor se puso el número de camiseta número 21 en honor a Clemente, un compañero puertorriqueño. En la segunda entrada, estuvo a la pico de la epígrafe con un jonrón solitario para empujar la delantera de su equipo a 6-1.
Esta vez, fue el turno de Katia para celebrar con los niños.
Como Francisco le dijo al New York Post en 2022, Katia todavía practica el violín cada vez que puede encontrar una oportunidad:
“Ella no lo hace como si estuviera de dorso en el día en que estaba haciendo cuatro o cinco horas al día … ahora tenemos al bebé, pero todavía hace dos horas cada vez que tiene tiempo”, dijo.
Los Lindors se conectaron por primera vez cuando Francisco contactó a Katia en Instagram y se casó en 2021, que fue el mismo año en que Francisco se unió a los Mets a través de un intercambio de los Guardianes de Cleveland. Con un convenio de 10 abriles en la mano, la pareja pensó estar en Nueva York en el futuro previsible.